domingo, 16 de diciembre de 2012

Sueños

Uno detrás de otro tras una noche de risas y palabras con segundas con un camarero de la 23. Fue interesante ver como aún merezco determinadas atenciones. Pero volvamos a los sueños. Muchos de ellos, variados, dispares, extraños. Sueños de alegría unos, otros de los que odio porque me despierto, otros tristes, tanto que se parecen demasiado a la realidad. Encontrarte, perderte, encontrarte de nuevo, con otro rostro, otro nombre, pero el mismo abrazo. Tu y él, en el mismo mundo, en un universo donde puedo teneros a los dos en lugar de a ninguno, donde ni la muerte existe, ni existen las dudas ni existe el dolor. No quiero despertar.

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