martes, 1 de enero de 2008

Como la lluvia.

Renacer. Respirar. Despertar ante la bruma de la mañana. Recordar el olor del chocolate caliente. Volver a desear. Volver a tener sueños. Empezar de nuevo, dejar atrás todos los malos momentos. Redescubrir que un adiós nunca es para siempre. Reinventar cada momento. Despertar a la realidad de una nueva oportunidad. Sentir los ardientes dedos del amor oprimir el corazón. Sumergir las heridas en agua con sal. Mirar con orgullo las cicatrices, que recuerdan siempre que todo cura, que se puede sobrevivir a pesar de todo. Ver su cara en una fotografía. Oir su voz de madrugada. Sentir la esperanza crecer bajo tus pies, como la hierba en primavera. Notar como una especie de lluvia por dentro que arrastra todo, dejando un espacio limpio donde brotar de nuevo.

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