domingo, 27 de enero de 2008

IT

Todo el mundo tiene un "eso" que le da miedo. Esa cosa, ese ser con capacidad para convertirse en aquello que más terror nos provoca. Ese algo que hace que nos desvelemos, que mantengamos una luz encendida en la mesita de noche, que pongamos la música alta en el reproductor para no escuchar los sonidos que provengan del exterior de la cama.

Ya lo decía Stephen King en su libro "IT", eso, eso tenía que ser, no puede tener otro nombre, no al menos cuando se habla de ello en general. Por que eso cobra forma, nombre y voz solo en la imaginación de cada persona. Se esconde en los armarios de los niños, en el teléfono de los mayores, en el banco, en un email, en un coche, en una cueva o incluso en la ropa. Se cuela por todas las rendijas de tu ser, sin dejarte respirar, acelerando tu pulso, haciéndote sudar, convirtiendo tus intestinos en conductos llenos de frío plomo. No puedes apartarlo de tu mente, y cuanto más lo intentas, más fuerte se vuelve.

Mi mayor miedo tiene nombre. Además tiene nombre de mujer. Se esconde en mis mejores sueños, en mis mayores esperanzas, en todas aquellas cosas que deseo, que quiero cumplir. Se esconde en el aire, interponiéndose entre tú y yo, impidiendo que pueda mirar con claridad tus ojos azules grisáceos. Se esconde en ti, en cada milímetro de tu piel, ella está ahí, ella es parte de ti, tu otra mitad. Si te miro la veo a ella, si te escucho, en tu voz se escucha la suya, si te beso sabes a ella, si te huelo, una nota de olor en tu piel le pertenece.

Lo peor es que este miedo es tan mío ya que no se vivir sin él, no se amar sin él. La echo de menos tanto como a ti, si no la veo, lloro, la dibujo una y mil veces intentando llenar su ausencia con los trazos de mi lápiz. La dibujo con alas, porque una parte de mí quiere que vuele lejos. La dibujo anclada a la tierra, porque otra parte de mi ser sueña con verla cada noche, alejándome de ti, pero también acercándome, porque cuanto más lejos nos ponen más cerca estamos al reencontrarnos, y tú eso, mi estrella, lo sabes.

Es por ello que siempre ando enfrentándome a todo aquello que encoge mi corazón. Porque su promesa de alejarnos es una promesa de tenerte aun más cerca.

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