jueves, 24 de enero de 2008

Lo quiero, lo deseo.

Siempre serás especial para mí.

"Bajo el árbol que crece al lado del río se abrazan. Sentados, él apoya su cara en la espalda estirada de ella, y la abraza, apretando sus brazos con dulzura alrededor de su cintura. Ella mira al horizonte, escudriña la niebla en busca de algo que ni ella sabe lo que es. Solo una suave brisa rompe el silencio moviendo las hojas del árbol que se alza orgulloso sobre ellos.
- Quiero esconder mi rostro en tu cuello. Escuchar el río a nuestra vera. No tener que volver a esperar. Olvidarme del color de mi ropa. Besarte entre la bruma de la madrugada. Correr de tu mano por las calles de esta triste y vacía ciudad.
- Tú lo que quieres es no despertar.
- Lo que quiero es que te quedes conmigo. Me da igual donde, me da igual como. Ya te encontré una vez, pequeña princesa.
- No me llames pequeña. Me haces sentir una niña.
- Lo eres.

Ella gira la cabeza. Él sube una mano hacia el rostro amado, y dulcemente acaricia sus labios con los dedos.

- ¿Crees que algún día será posible esto?
- Te encontré, no creo que sea difícil volver a hacerlo.
- Pero va totalmente en contra de las normas, y tu hermana...
- ¿Qué? ?Qué iba a poder hacer ella?
- No se. No quiero que sufras por esto.
- Yo por ti haría lo que fuera. Pequeñaja mía..
- No me llames pequeñaja.

Hizo un mohín. Entonces él se levantó, y la arrastró vestida y todo con él a las tranquilas aguas. "

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