domingo, 25 de abril de 2010

Una vez en la vida.

¿Cuántas posibilidades hay de que esto suceda? Que te encuentre, que me encuentres, tras tantos años separados, tantos momentos anhelando un solo segundo a tu lado. Que me sea concedido más que eso es como el cielo cayendo a la tierra, la eternidad envolviendome en un manto cálido y sin temor.

Tú creíste que huiría, que la revelación escondida en tus palabras casi inocentes me harían esconderme, con miedo a volver a salir, pero ¿cómo huir de mi propia sombra? No hay día que no te haya llorado, noche que no te haya soñado, y en medio, la fría certeza de que esta oportunidad nunca me sería concedida.

Y me miras, agarrando mi mano como aterrorizado de dejarme marchar...Y en ese momento se que es realidad, que estás aquí junto a mí, algo que creí nunca sucedería desde aquel día que te perdí, lluviosa noche de noviembre.

Y los daños colaterales...sabes que en realidad no me importan.

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