viernes, 1 de enero de 2010

Mas de lo mismo

Otro año comienza, al ritmo de campanadas y risas de una familia no tan familiar. Casi desconocidos que te toman la cara entre las manos para darte dos besos, pero da igual. Da igual, porque veinte segundos más tarde, le tomas cara tu entre tus manos para, con frank sinatra de fondo, hacer una obra de arte en sus ojos.

Y no es la noche, que sea especial. No es el vestido, ni los zapatos rojos, ni el carmin que te hace reir pensando en 'el Quijote'. No es la promesa de un nuevo comienzo. Comienzo de qué, te preguntas. De un nuevo año, te responden, y tú ries ante la absurdez.

Aun así, es tu noche de ensueño. La música hace temblar tus pies en anticipación, tu cuerpo vibrando, deseando ponerse en acción y moverse como sabe que sabe. Es un buen comienzo, y lo sabes, cuando te arrancan una sonrisa de los labios con solo un guiño, con un comentario sobre Narnia y lo perdidos que andan(andamos) algunos allí, jugando con los castores y el fauno, aunque en el fondo todo es una ilusión.

Y los que están lejos ya no están tan lejos, con un beso a medianoche y palabras en el viento buscando mi oido. Tu mamá no debería colgar tanto muérdago, o acabaré susurrando táim i' ngrá leat, mo faolain. You tiny little wolf...*rolls eyes*.

Entre recuerdos y deseos, planes y añoranzas, y un león que ronronea cuidándome las espaldas (como debía ser, mi otra mitad, mi alma gemela, mi tú, mi yo) , copas de alcohol y esa desesperación por hacer de esta noche la noche del siglo, me doy cuenta de que ya no te necesito.


Nicht jetz, niemals.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca digas nunca.

Yo dijo...

Buen consejo, aunque siempre esta bien tener claro lo que no quieres, para que sea más fácil encontrar aquello que sí deseas. Hoy por hoy, creo que es lo único que tengo claro :D