miércoles, 26 de noviembre de 2008

No lo entiendo. Simplemente no lo entiendo, en mi cabeza no entra ni a presión. Sí, no soy perfecta, ¿y qué? El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Tú que me acusas tienes la nariz torcida, las tetas pequeñas y el culo el doble de grande que el mío. Qué cojones importará mi físico...especialmente a la gente de clase. Ni que fueran a ser vistos conmigo y pudiera avergonzarles o algo...

Antes de hablar deberían saber qué hay detras de un defecto, porque igual que yo no se si hay algun problema alimenticio o una enfermedad detrás de esa extrema delgadez o esa extrema gordura, nadie sabe si yo tuve o no algún problema, y con su cháchara inicialmente inocente pueden estar trayendo a mi mente recuerdos que no quiero recordar, situaciones que quiero olvidar, personas que no están y cosas que no puedo solucionar. Porque hablan por hablar, y no saben que podría no estar aquí, que ciertos defectos son la unica tara que me queda de un problema que podría haberme matado o dejado en coma para siempre.

En fin, como ya dije, ni lo entiendo ni lo entenderé, y ellos tampoco me entenderán porque ni les importa ni les importará.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué pringaos, pero si estás buenísima.