miércoles, 2 de noviembre de 2011

El beso frío de la memoria.

Respuestas imposibles a preguntas complicadas. Recuerdos y noches en vela. Encontrar parte de tu pasado es una caja de pandora que no quieres abrir, pero que abres igualmente. Un blog, historiales de conversación y palabras perdidas. ¿Quiénes éramos? Ya no lo se, hay tantas cosas de mí misma que olvidé a propósito...

Y ahora, por motivos a los que he perdido la pista, entre manos tengo vestigios de una época en las que yo era la flor y tú el diablo. Cómo han cambiado las tornas. Ahora eres tú el que entre mis dedos se marchita sin esperanza. Tu antigua frialdad se ha mudado de piel.

Recuerdos de mañanas grises, eclipses lunares y playas recónditas. Almuerzos al abrigo de un árbol, la escalera y letras conocidas tan solo por ese rincón de mi mente al que ya no tengo acceso. Paseos bajo el sol, lentos, como si no supieramos que tenemos que regresar a casa. Egipto y sus ancestros, profesores que no apreciaba (o sí). Jack y su pantalón, fotos de un movil, una flor de papel.

Se amontonan en mi mente, conexiónes excitatorias, y un recuerdo trae otro, como un gigantesco efecto dominó a escala celular. Y entre medias, la verdad sale a la luz.

Respuestas imposibles a preguntas complicadas. Porque saber como me siento no es la pregunta adecuada.

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