miércoles, 2 de abril de 2008

Geh oder komm zurück

Día malo donde los hayan. Ya de entrada un olvido que pone en serio peligro mi integridad emocional. Sigo sin decidirme a remediarlo. Como se preveía, mi moral ha ido a parar a alguna parte por debajo de mis pies. Además me siento (han hecho sentir) la cosa más inútil de la historia, por si no tuviera bastante, gracias. Y mientras mi corazón se empeña en seguir latiendo y mi rostro en seguir fingiendo una sonrisa, mi cerebro maquina diferentes formas de tirar la toalla. Por supuesto es algo fuera de mi alcance. Alguna parte de mí se ha hecho fuerte en dios sabe que rincón de mi mente o alma, y actúa de proveedora de coraje, sacándolo de donde no existe.

Tengo ganas de tirarme en cualquier escondrijo y arrancarme los ojos a lágrimas. Con un nudo en la garganta y el corazón hecho añicos, es lo menos que podía desear. Empiezo a estar cansada, cansada de que me hagan daño sin haberlo buscado. Joder, déjame en paz, o demuestra que te importo un poquito. Tan difícil no creo que sea.

De todas formas qué más da. Es difícil no pisar a alguien cuando es tan pequeño que apenas puedes verlo a simple vista.

2 comentarios:

karman dijo...

Un día malo lo tiene cualquiera, creo que hay que dejar que se acumulen en la papelera de reciclaje que tenemos en la cabecita, donde mandamos todo aquello que queremos olvidar o que nos hace daño.

Me vienen muchas cosas a la cabeza cuando leo esa reflexión, ya que se trata de algo que se comparte en gran medida por todos lados.

Hay personas que usan el desánimo ajeno para beneficio del suyo propio, no les hagas caso, aunque yo apenas logro ignorar esas cosas creo que podría ser el remedio o por lo menos un agradable placebo, disfruta a tope de las cosas buenas y te harán olvidar las cosas malas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Karman, tu metodología barata apesta, así como tus ridículas metáforas. Lárgate a escribir libros de autoayuda para deficientes.