lunes, 16 de abril de 2007

¿Jugamos?

Si alguien mirara ahora mismo mi mesa pensaría que el orden no es lo mío. Todo porque he decidido echar por tierra todos mis dolorosos recuerdos alrededor de los dardos, a lo que solía jugar hace ya años. El resultado es que he buscado (y encontrado) mis viejos dardos de 16 gramos con amortiguador y talle largo (en realidad eran de mi padre...) y por supuesto, las dos tazas donde guardaba las veletas. Así a simple vista hay una clara distinción entre rápidas (aerodinamicas, finas, afiladas) y lentas (anchas y más bien cortas). Con un poco de suerte lograré juntar todos los trios, y hacerme con un buen material que me sirva para divertirme en los bares por las noches. Mientras tanto, están todas desparramadas por la mesa, creando una sensación de caos respetable. Y creo que con esto, quiero decir que el pasado es el pasado, y no vamos a dejar de hacer las cosas que nos gustan por un mal recuerdo. :D

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