domingo, 8 de abril de 2007

Domingo

¿Cuanto puede durar un Domingo? La respuesta es 24 horas, lógicamente. Insuficiente para disfrutar plenamente de él, pero demasiado como para que se pase rápido. Todos los Domingos de mi vida son, han sido, y serán igual. Comienzan a la una del mediodía, lógico, teniendo en cuenta a la hora que probablemente me acosté el Sábado. Posiblemente tenga que estar en cama antes de las 12, y en casa antes de las 9. No queda tiempo para divertirse, porque estoy más pendiente del reloj que de lo que hago. Además, nada esta abierto, así que las diversiones han de ser en casa o en un café, tomando un té o algo similar. Tus amigos/as también están deprimidos por el peso del DOMINGO, así que todos están callados y con las caras más largas que el puente de Brooklyn. La conversación decae con la caída del sol, y finalmente todos vuelven a casa con el ánimo más hundido que cuando salieron.

Y esto no es lo peor. Lo peor es que el Domingo que no tiene detrás un Lunes laborable también es así. La lógica nos dice que no, que es un día festivo, y que al día siguiente no hay que madrugar, pero lo cierto es que nos apalancamos en casa/café y de ahí no nos mueven. Seguimos deprimidos y sin saber que hacer, porque simplemente no sabemos que hacer con un Domingo. Escapan a nuestro entendimiento las posibilidades que dan esas horas antes del Lunes.

Por eso, hoy, Domingo 08.04.2007 he decidido aprovechar al máximo este tiempo. Por ello escribo, que me gusta, y después iré a ver una película y también (espero) haré una Queimada, ya que tengo orujo, y además, gallego, del bueno. Así que os deseo un feliz Domingo y que la depresión dominguera no afecte más a vuestras vidas, ni a la mía.

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