domingo, 20 de octubre de 2013

Iridiscente

Pelusica en mi cama, la brisa que entra por la ventana huele a otoño. Es una promesa de lo que ha de venir, y puedo sentir en este momento la mano sutil del tiempo deslizarse por un cuerpo en constante cambio, un universo que rebrota cada segundo, que muere cada segundo.

No hay comentarios: