domingo, 21 de febrero de 2010

Royalty.

Naciste para ser príncipe. Con la cabeza alta y mirada penetrante, el resto del mundo se agacha a tu paso. Siempre media sonrisa en la cara, regalo a aquellos que descubren en ti al espíritu de la antigua nobleza, fuerza y coraje en cada uno de tus gestos. El peso de los años sobre tu espalda hace temblar los mismos cimientos de tu ser, pero no causa tu rendición.

Naciste realeza, corazón y sangre hechos de montaña y viento. Con el final respirando en tu nuca, aun no agachas la cabeza, aun no dejas que te dominen, y a tu paso los inferiores seres se apartan. Y yo a tu lado, orgullosa, una reina sin reino.

Naciste para ser príncipe, pero fuiste vasallo. Dejaste tu libertad y tu grandeza por una caricia. El viento y la montaña por el amor incondicional de quien se sienta a tu lado, por proteger un cuerpo más pequeño, más frágil, más insignificante. Por amenizar mis noches oscuras con el canto de todos los antiguos dioses que aun vagan, asustados y desposeidos, por los bosques que ellos mismos crearon. Y das, sin recibir a cambio, con una sola mirada y una caricia el mundo entero.

Naciste para ser príncipe, mi príncipe.

2 comentarios:

Prostitución infantil dijo...

...¡La casa por el tejado!

Yo dijo...

HUH???