¿Cuántas posibilidades hay de que esto suceda? Que te encuentre, que me encuentres, tras tantos años separados, tantos momentos anhelando un solo segundo a tu lado. Que me sea concedido más que eso es como el cielo cayendo a la tierra, la eternidad envolviendome en un manto cálido y sin temor.
Tú creíste que huiría, que la revelación escondida en tus palabras casi inocentes me harían esconderme, con miedo a volver a salir, pero ¿cómo huir de mi propia sombra? No hay día que no te haya llorado, noche que no te haya soñado, y en medio, la fría certeza de que esta oportunidad nunca me sería concedida.
Y me miras, agarrando mi mano como aterrorizado de dejarme marchar...Y en ese momento se que es realidad, que estás aquí junto a mí, algo que creí nunca sucedería desde aquel día que te perdí, lluviosa noche de noviembre.
Y los daños colaterales...sabes que en realidad no me importan.
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